Trabajar en casa puede convertirse en placer para algunos y en caos para otros.
En mi caso, despúes de largos años de trabajo en una compañia del centro porteño, con un hijito en aquellos años de un poco más de 2 años, la decisión de dejar las largas jornadas para poder acomodar "mis tiempos" sumado al mundo laboral, más la Maternidad, no dejaba de vislumbrar como un oasis.
El poder llevar un hijo al pediatra a las 15 sin jefe mufando por mi ausencia, estar relajada en alguna reunión de padres sin mirar diez veces el reloj, disfrutar de algún mediodia de club y deportes o agarrarme una bronquitis y poder trabajar desde la cama es increible!
También está el trabajar y en pleno estado de concentracción... "MAMA ECHE"( un mamá quiero el biberón), algún imprevisto hogareño, o una siesta corta de la beba y el siguiente..MA...
La clave es organizarse,poder delegar, tener ayuda. Saber que para no todo el mundo puede resultar ideal este formato.
Favorece tener un lugar propio donde uno cierre la puerta y deja atrás lo hogareño.
Es re valioso que la familia colabore y que la puerta se traspase solo por motivos "impostergables" o los gritos sean tenues, habrá gritos tenues?, cuando hay que estar muy concentrada o se habla por teléfono.
El tema se complica cuando no hay puerta para cerrar y la oficina hoy es la cocina y mañana el living o un bar con wifi.
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