sábado, mayo 01, 2010

Caricias


Mientras escribo y hago equilibrio para que no se caiga la compu, mi hijo recuesta su cabeza, dormido, sobre mi hombro derecho. Mi nena, casi a mis pies como un gatito ,mira la tele.
Imagen familiar, armoniosa de un sábado de feriado.
Ternura tanto como los llamados de amigas preocupándose por sustos de mamá que a veces "sobredimensiona". Qué palabra antipática, pero a la que estoy recurriendo mucho últimamente.
Ayer traté de ver un reportaje que le hicieron en la tele a Laura Gutman. Aprecio mucho sus comentarios y me encanta escucharla y proximamente leerla. Ella decía, entre otras cosas, lo importante que es la presencia de los hermanos, el contacto entre ellos, y citaba como ejemplo el hecho de hacerlos dormir cerca, bien cerca, así ayudaría, por ejemplo, a la hora de dormir. La casualidad hizo que lo empezaramos a hacer en casa, día antes, entre los niños de la casa, con resultados fantásticos. Lo que hace el amor!
Tanto como las llamadas de mis adorables friends o sentir tan cerca los latidos de mi hijo que sigue durmiendo, hacia un montón que no dormia siesta, y la piel de la beba que se trepó al sillón, para hacer la escena mucho más amorosa y menos cómoda para mi compu que sigue haciendo equilibrio...

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